Los perros no tienen glándulas sudorìparas, por lo tanto a diferencia de los humanos, no sudan. Ellos regulan la temperatura corporal mediante el jadeo abriendo su boca, de esta manera, la saliva se evapora de forma similar a la transpiraciòn humana.
Si observamos con atención a nuestro perro cuando jadea, (boca abierta con la lengua afuera) podemos ver como de vez en cuando se lame la nariz. El objetivo es humedecer para luego buscar la evaporaciòn y asi lograr el descenso de la temperatura.